Lo cierto es que estas últimas noches han sido de las más fría y solas que puedo recordar, hacia tanto que no pasaba por mi mente este sentimiento helado que deja un sabor amargo en mi corazón. Visitas ausentes reviven el temor del abandono sin mucho que hacer…
Sin embargo y antes de que el olvido borre de mi mente tantas cosas hermosa, debería mencionar que en esta etapa tengo de premio al ángel que siempre dese, y no es un ángel cualquiera, resulto el caballero de la muerte que nunca creí tener y el día de hoy aun esta a mi lado… no sé como ni cuanto permanecerá aquí, pero su calor congelado aun sigue en mi piel.
¡Atención al detalle!
Hace 3 años
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