El gato que vivió un millón de veces
Erase una vez, un gato que pudo vivir por un millón de años.
Murió un millón de veces, y vivió un millón de veces.
Era un gato atigrado.
Un millón de personas lo querían,
Un millón de personas lloraron cuando moría.
El gato nunca lloró, ni una sola vez.
En una ocasión, fue el gato de un rey.
El gato odiaba al rey.
El rey era gran estratega, y siempre estaba en guerra.
Y colocó al gato en una jaula magnífica,
Y lo llevó a la guerra.
Un día el gato fue herido por una flecha, y murió.
El rey abrazó al gato y sollozó durante la batalla.
El rey detuvo la guerra y regreso a su castillo.
Y, sepultó al gato en el jardín del castillo.
En una ocasión, fue el gato de un mago de circo.
El gato odiaba los circos.
Todos los días, el mago lo ponía dentro de una caja,
Y lo cortaba a la mitad con una sierra.
Entonces sacaba al gato aún completo,
Recibiendo aplausos.
Un día, el mago cometió un error,
Y cortó de verdad a la mitad al gato.
El mago sollozó a gritos,
Sosteniendo las dos partes del gato en cada mano.
Nadie le aplaudió.
El mago sepultó al seccionado gato detrás de la carpa del circo.
En una ocasión, fue el gato de un ladrón.
El gato odiaba a los ladrones.
El ladrón caminó sigilosamente a través de la oscuridad del pueblo con el gato,
Como si fuera un gato.
El ladrón sólo robaba casas con perros.
Mientras el perro le ladraba al gato,
El ladrón abría las cajas fuertes.
Un día, un perro mordió de muerte al gato.
El ladrón abrazó al gato junto con los diamantes robados,
Y caminó a través de la noche del pueblo sollozando a gritos.
Entonces fue a casa y sepultó al gato en un pequeño jardín.
En una ocasión, fue el gato de una solitaria abuela.
El gato odiaba a las abuelas.
Todos los días la abuela miraba al exterior por una pequeña ventana,
Sosteniendo al gato entre sus brazos.
El gato estuvo despierto todo el día sobre el regazo de la abuela.
El tiempo pasó, y el gato murió de viejo.
La frágil abuela abrazó al frágil gato muerto,
Y lloró todo el día.
La abuela sepultó al gato bajo un árbol en el jardín.
En una ocasión, fue el gato de una pequeña niña.
El gato odiaba a los niños.
La niña montó a caballito al gato, y dormía sujetándose fuerte.
Cuando ella lloraba se secaba las lágrimas en la espalda del gato.
Un día, sobre la espalda de la niña,
La correa que mantenía a salvo al gato le cortó la respiración alrededor de su cuello,
Y el gato murió.
Manteniendo al gato ahorcado, la niña lloró todo el día.
Y lo sepultó bajo un árbol en el jardín
El gato no tenía miedo a la muerte.
En una ocasión el gato no tenía dueño.
Era un gato callejero.
El gato era capaz de valerse por sí mismo por primera vez.
El gato se amaba a sí mismo.
De ser un gran gato atigrado,
Se transformó en un gran gato callejero.
Todas las gatas querían que ser su esposa.
Algunas le daban enormes pescados.
Otras le daban ratones de primera calidad.
Algunas le regalaban caricias.
Otras gatas lamían su piel atigrada.
El gato dijo a todas ellas:
“¡He estado muerto un millón de veces! ¡Ahora todo esto me parece ridículo!”
El gato se amaba a sí mismo más que cualquier otra.
Pero había sólo una hermosa gatita blanca
Qué nunca miraba al gato.
El gato se acercó a la gatita, y le dijo:
“He muerto un millón de veces”
La gatita blanca sólo dijo: “Oh.”
El gato se molestó un poco, pero se amó a sí mismo.
El día siguiente, y el siguiente,
El gato se acercó a la gatita y le dijo,
“Tu nunca has muerto”
La gatita blanca sólo decía: “Oh.”
Un día, el gato hizo tres saltos acrobáticos delante de la gatita
Y dijo: “ En una ocasión fui el gato de un circo.”
La gatita blanca sólo dijo: “Oh.”
El gato comenzaba a decir: “He estado un millón…”
Entonces le preguntó a la gatita: “¿Puedo estar contigo?”
La gatita blanca dijo: “Si”
El gato estuvo con la gatita por mucho tiempo.
La gatita tuvo algunos gatitos lindos.
El gato no se atrevió nunca más a decir: “He estado un millón…”
El gato amó a la gatita blanca y a todos sus gatitos
Incluso más que a sí mismo.
El tiempo pasó, los gatitos crecieron y se fueron.
El gato, satisfecho, dijo: “Ahora ellos serán grandes gatos callejeros.”
La gatita blanca dijo: “Si”, y ronroneó suavemente.
La gatita fue abuela.
El gato ronroneó aún más suave.
El gato pensó que quería vivir para siempre con la gatita blanca.
Un día, la gatita blanca al lado del gato, silenciosamente dejo de moverse.
El gato lloró por primera vez en su vida.
Pasó la noche y el día.
Nuevamente pasó la noche y el día.
El gato lloró un millón de veces.
Pasó la noche y el día…
Y una tarde, el gato dejó de llorar.
El gato, junto a la gatita blanca, silenciosamente dejo de moverse.
El gato nunca volvió a vivir.